Es casi obligado que escriba cuatro líneas sobre Alatriste, estoy dibujándolo desde octubre del año dos mil, y mi familiaridad con él es larga e intensa, poco a poco ha ocupado mucho espacio de mis días y de mis horas, ha entrado en las conversaciones habituales de amigos y parientes, es uno más de la familia, reconozco sus tics, su mirada clara y silenciosa, su mueca de cabreo ante la estupidez humana y la lucidez de saber que justo cuando acabamos de nacer, empezamos a morir.
Ahora se ha materializado de nuevo en un personaje de carne y hueso, representado por supuesto, pero vivido por el actor Viggo Mortensen.
He visto la película en el estreno, por cierto con un calor insoportable, y he podido disfrutar con Alatriste-Viggo, he reconocido perfectamente su lucidez, su cabreo y su hablar justo, parco y medido.
En la película puede haber saltos en el montaje, y algunas situaciones poco explicadas, pero el trabajo de Viggo como Alatriste es clavado, es él, es Alatriste, más rubio o menos rubio, con más amores o con menos amores, con la herida de la ceja izquierda cambiada a la parte derecha de la mandíbula, con más pelo o con menos pelo, con o sin Lebrijana, con el hoyuelo a lo Kirk Douglas… pero como dijo Arturo, con toda la razón del mundo, es Alatriste, es el mismo que ronda por casa desde hace seis años.
Creo que la mayoría que leemos a Arturo Pérez-Reverte, que lean la novela grafica o vean la película, nos reconocemos en parte a nosotros mismos o reconocemos a alguien conocido en la figura de Diego Alatriste y Tenorio, seamos de donde seamos.
Después de la proyección y bien entrada la noche, pude felicitar a Viggo por su trabajo en la película.
Hablamos y le regale la caricatura que encabeza este escrito, al ver que en ella Viggo–Alatriste llevaba el pañuelo me dijo con su deje porteño -Y lleva pañuelo… por cierto el pañuelo es un elemento importante en este cuento, cura heridas en la encamisada, durante la película y al final socorre a Copons, y cogiendo el pañuelo que tenia al lado me lo mostró y me dijo: fíjate, el pobre esta gastado y tiene agujeros de bala, ha estado en Rocroi pero ha sobrevivido.
Es muy buen actor y sabe subyugar, no se si después de un año de terminada la película viaja con el pañuelo de Alatriste en el bolsillo o pillo el primero que encontró, pero para el caso es lo mismo, yo he visto el pañuelo sucio y gastado, lleno de agujeros de bala de Diego Alatriste después de Rocroi .
Y quizás dio en el clavo, es posible que el pañuelo del capitán sea un resumen muy sutil de lo que representa Alatriste; un sufrido salvavidas, una ayuda y un consuelo para todos.
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