La balada de Gir-Moeb.

La balada de Gir-Moeb.

Hoy sábado, me he enterado de la muerte de Jean Giraud y de Moebius, si, de la muerte de los dos, me diréis que es la misma persona que utilizaba dos alias, Gir y Moebius, y así es, pero en mi caso lo conocí a través de sus dibujos por dos caminos diferentes.

A Giraud alias Gir a través de la revista “Mortadelo” en el año 1971 donde se publicaba de forma seriada y en bicolor El espectro de las balas de oro, creo que salía los miércoles y mi cita en el quiosco era obligada con el Mortadelo, no quería perderme el siguiente episodio de una de las mejores historias, sino la mejor de la saga Blueberry, y eso que esa edición estaba bastante retocada de bocadillos y había alguna que otra censura de la dictadura franquista. Aun así la disfrutaba como un enano, ese desierto, el sudor, el polvo y esa historia donde casi todos se traicionan, la violencia, el miedo y el frío de la noche. Me convertí en un adicto seguidor de Jean Giraud “Gir” y comencé a buscar cuanto de el pude encontrar, especialmente Blueberry. En un quiosco de mi pueblo regentado por antiguos emigrantes que habían regresado de Argentina, un día de esos que buscaba desesperadamente Blueberry, pase por delante del quiosco, algo me empujo a entrar y a mirar en unos estantes con varios libros dentro de un anaquel en el que nunca había mirado y eso que mi visita quiosquera era casi diaria, y allí estaban, los tres primeros álbumes de Blueberry editados por Bruguera entre 1968 y  1970. Ese algo que te empuja sin saber porque, me ha ocurrido alguna que otra vez y siempre he encontrado lo que buscaba, lastima que no se pueda utilizar ese sexto sentido a voluntad, ocurre cuado ocurre.

Después conseguí mas títulos de la serie hasta “Ballade pour un cercueil” en francés en la librería francesa del Paseo de Gracia de Barcelona.

Mis primeros ensayos como dibujante a tinta y con pincel, fue realizar copias de viñetas de Giraud de su Blueberry e intentar aplicar lo que buenamente aprendía a mis dibujos, aun hoy cuando se dispara una crisis de esas en las que crees que el comic es lo que es, automáticamente solo tengo que agarrar un álbum de Blueberry, especialmente “El espectro de las balas de oro”, o el álbum de Arzach para que se me pasen todos los males y vuelva a sentir que el comic es un arte en mayúsculas.

A Moebius lo descubrí también en un quiosco cuando estaba terminando el servicio militar, ya me diréis porque fui precisamente a ese quiosco ese día, en esa época extraña no leía comics, tenia otros ajetreos en mi vida que me ocupaban todo el tiempo.

Ya en el quiosco, una portada de una revista me llamo poderosamente la atención, era la del primer numero de Tótem, en ella se ve a un mono con escafandra de astronauta, la hojee y en las pocas paginas a color que incluía la revista, descubrí una historia titulada Arzach, sin ningún dialogo ni texto, la historia transcurría en un mundo extraño, surrealista, inconsciente, era impresionante, la compre.

La leí o mire un montón de veces, y literalmente  me robo el corazón. Con ello descubrí que en el comic se puede hacer todo, en el cabe todo, que puede ser balsámico, descarnado, alegre, divertido… una catarsis grafica para el meollo de cada uno, que todo estaba por descubrir y se me pusieron en marcha unas ganas locas de hacer comics diferentes, nuevos, y a eso me aplique desesperadamente.

Creo que como a la mayoría de nuestra generación nos influyo tan poderosamente que todos comenzamos a realizar historias de ciencia ficción o surrealistas, usando con nuestras torpes manos la técnica que mas se pareciera a Moebius, fue una gripe que duro lo suyo, hasta que cada uno volvió a su cauce pero con otros ojos.

El impacto continuo con los siguientes números de la revista, en el cuarto numero había una entrevista a Jean y ahí supe que Moebius y Gir eran Jean Giraud el de Blueberry, en ese momento mis dos mayores influencias se fusionaron en uno, la experiencia exterior era Blueberry y al experiencia interior era Moebius, pero los dos iban de la mano y con eso todo era posible, después vino The long tomorrowEl garaje herméticoEl incal…  y mas Blueberry claro.

Por todo eso, por llenar mi vida de viñetas por dentro y por fuera siempre te estaré eternamente agradecido,  siento mucho que te hayas ido.

Formas parte de mi vida mientras viva. Au revoir Jean!

 

Dibujo realizado para la exposición homenaje que se hizo en el salón del cómic de Barcelona 2012.

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