Por un euro

Por un euro

Me comprometía a ir colocando textos y demás referentes a mí nueva novela grafica “Takebitnanaa”. Pero siempre hay imponderables. A principios de verano, revise junto con Gerardo Muñoz Lorente, el autor de la novela “Ramito de hierbabuena”, todo el boceto del desarrollo grafico deTakebitnanaa. Ahora tendría que empezar con el estudio de personajes, encontrar localizaciones y realizar algunas maquetas.
Pero en Random House Mondadori, se han decidido con la segunda novela grafica de AlatristeLimpieza de sangre.
Esto, junto con la realización de las nuevas portadas de las cuatro primeras novelas de Alatriste, me tendrá ocupado mucho tiempo, con lo que Takebitnanaa tendrá que esperar.
Sin embargo, seria justo explicar el principio de este proyecto, todo empezó una semana santa de hace muchos años, cuando con la familia y por primera vez fuimos a ver a unos amigos a Los Barrios, en Cádiz.
Nunca habíamos ido al sur. Llegamos a su casa a las tres de la madrugada, con lo que no vimos nada de Andalucía durante el camino, ya que a partir de Murcia había oscurecido, y las autovias estaban en construcción. Dormimos en su casa, hasta media mañana del día siguiente, al levantarnos vimos el mar, y un prado verde, y unas vacas pastando, por un momento pensamos que nos habíamos equivocado y que estábamos en la costa del norte de España, pero no, era la costa Gaditana. Dejamos los clichés prefabricados y nos dedicamos a descubrir y a disfrutar deAndalucía.
Por el camino nos habíamos encontrado con emigrantes que volvían a África desde diferentes países europeos, con el coche cargado hasta los topes de manera inverosímil, lleno de gente con cara de no haber dormido en varias noches y que cuando llegaban a Algeciras, tantas eran las ganas de volver a su casa y de ver a los suyos, que llegando al espigón del puerto, no sabían frenar y se caían al agua.
Cuando regresamos después de haber recorrido mediaAndalucía, continuamos encontrándolos por la autopista, en las estaciones de descanso, durmiendo en el césped o en una estera colocada en el asfalto al lado del coche, realizando sus oraciones en dirección a la Meca en cualquier lugar discreto. Y eso ha ido en aumento cada año.
En mi mente fue tomando cuerpo la idea de hacer una historia sobre inmigrantes, y lo primero que me vino a la cabeza fue una imagen y un titulo, la imagen un coche de perfil, de los descritos anteriormente, yendo por una carretera en un paisaje llano, casi infinito y el titulo; Historias de Vuelta Abajo.
Tenía imagen y titulo, pero me faltaba la historia. Con el tiempo, reuní recortes de prensa, artículos y lo que encontrara sobre inmigración, durante mucho tiempo.
Entre estos recortes, debía ser del día 24 o 25 de julio de 2000 publicado en El País, había uno con una foto de una chica marroquí encontrada ahogada en la playa de Valdevaqueros, enTarifa, era de esas fotos que se graban en la memoria y que las recuerdas siempre, quiza porque aun siendo un cadáver, era muy joven y guapa, parecía que estuviera durmiendo sobre la arena, sin signos de sufrimiento aparente, y en cualquier momento se despertaria.
Poco después comencé con las ilustraciones de Alatriste y en una de esas remodelaciones esporádicas de mi estudio, que son como una especie de ataque minimalista, perdí la carpeta de recortes.
Tres años después encontré en la feria dominical de libros, sellos y antigüedades de segunda mano de Sabadell, la foto de la chica marroquí, en color, reproducida como portada de una novela que se titulaba “Ramito de hierbabuena”, estaba escrita porGerardo Muñoz Lorente, y editada por Plaza y Janes.
La leí, de un tirón y me gusto mucho. Era una ficción novelada sobre la vida de la chica de la foto, que bien podría ser real, muy bien documentada y con pasajes muy dramaticos, con mucha riqueza de personajes posibles, casi reales. En fin, había encontrado la historia que buscaba.

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